"Notando cómo los invitados elegían los primeros puestos, les dijo una parábola: Cuando seas convidado por alguien a una boda, no te pongas en el primer puesto, no sea que haya sido convidado por él otro más distinguido que tú, y viniendo el que os convidó a ti y a él; te diga: 'Deja el sitio a éste', y entonces vayas a ocupar avergonzado el último puesto. Al contrario, cuando seas convidado, vete a sentarte en el último puesto, de manera que, cuando venga el que te convidó, te diga: 'Amigo sube más arriba'. Y esto será un honor para ti delante de todos los que estén contigo a la mesa"- Evangelio según San Lucas 14, 7-11 

Mensajes y directrices: caso Donald Trump y China

En Diciembre del 2016 el presidente electo Donald Trump amenazó con no respetar la política de Una Sola China a menos que este país haga concesiones en algunas áreas, entre ellas, el comercio.

Presidente Donald Trump. Fuente: CABLENOTICIAS.TV

Esta no es la primera vez que el mandatario arremete en contra de la nación, por el contrario, desde el año 2011 se ha hecho público en sus redes sociales la animadversión que el empresario siente hacia el país asiático, culpándolos de haber inventado conceptos como El Calentamiento Global para un beneficio propio y de haber devaluado la moneda.

FUENTE: MONEY.CNN.COM

Sin embargo, el pasado 10 de febrero este caso dio un vuelco favorable para las relaciones diplomáticas cuando Trump reconoce, por fin, el principio de "una sola China". Liberando así a ambas naciones de una silenciosa tensión que hacía difíciles los siempre convenientes tratados.

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Cuando una autoridad como un presidente de la república o un gerente de una empresa tiene formas y estilos de comunicación, más allá de la orden, de cumplir sus instrucciones, entrega directrices positivos o negativos para quienes lo siguen. Estas directrices forman un ambiente donde puede haber tranquilidad o tensión. Los estilos comunican y es importante tenerlos presente a la hora de hacer acuerdos en materia internacional.

Así es el caso de dos tremendos presidentes: Xi Jinping y Donald Trump. 

El primero encargado de La República Popular China muestra siempre una disposición de conectar con los países. Cuando vino a Chile dijo una frase muy simpática: comentó que Chile y China tiene muchas similitudes partiendo por los nombres, que suenan muy parecidos y es muy difícil de olvidar. Esa fue una gentileza de parte de Xi Jinping, no tenía para qué, ni porqué decirlo. Una figura con tanto poder que se muestra cariñoso y simpático genera conductas positivas y envía mensajes de tranquilidad para el presente y el futuro en materia de relaciones.

Distintas son las amenazas del presidente de Estados Unidos Donald Trump que en un principio manifestó que no respetará la política de una sola China a menos que este país haga concesiones. Esta actitud solo genera el congelamiento de las relaciones internacionales, tanto el comercio como la comunicación empática quedan estancados. Por lo tanto se forma una capa negativa, de poco acercamiento, de temor en vez de tranquilidad. Existe suspicacia en vez de desarrollo.

Es por lo anteriormente mencionado que ProtocoloChile felicita y celebra la nueva posición que tomó Donald Trump y su gobierno. Se nota que han ido trabajando las bases de la diplomacia, que los equipos de trabajo se han afinado. Queda como moraleja que ante nuevas figuras que aparentan ser tan problemáticas solo queda esperar y entender que no se trabaja desde una isla. Existen grupos, que cuando se acogen e integran de manera correcta pueden generar resultados positivos.

No se trata de cerrar el diálogo sino justamente de hacer y entablar una comunicación por una sola vía: la diplomática. Trump debería preocuparse más de su imagen y hacer un esfuerzo por cuidar lo que habla para evitar conflictos y verse desfavorecido en el futuro.